Mallorquina Practicable

Este tipo de mallorquinas es el más común, consiste en dos o más hojas practicables que se pueden abrir y cerrar cuando uno quiera. Las lamas pueden ser fijas o móviles que se graduan con el fin de filtrar la luz que queramos al interior.

Este método de persiana es uno de los mejores a la hora de cuidar nuestra intimidad, ya que gracias al sistema de lama móvil puedes dejar pasar luz sin riesgo a que te vean desde el exterior.

Al igual que en las ventanas de aluminio, existen una amplia gama de colores y acabados.

Mallorquina Corredera

Es una de las versiones que proporciona un estilo más moderno al diseño arquitectónico y además no ocupa espacio para su apertura. Funciona a través de una guía que se coloca a lo largo de la fachada por donde se desliza la hoja mallorquina.

Al igual que el resto de modelos encontramos un amplio repertorio de colores y texturas para que se adapten a la fisonomía del edificio y no rompan la estética.

Mallorquina Plegable

En la variedad de mallorquinas, encontramos modelos plegables, plegándose sobre sí misma a modo de acordeón.

Este sistema se emplea cuando hay poco espacio para la apertura practicable pero tampoco tenemos hueco en la fachada para colocar las guías por donde se deslizan las mallorquinas de corredera.

Disponemos de un surtido extenso de colores y acabados.

Mallorquina circular  u oblicua

Dentro de la gama de mallorquinas, podemos encontrarlas de varias formas, tanto circulares como oblicuas que se adaptan a cualquier hueco arquitectónico. Las mallorquinas oblicuas son ideales para la parte alta de la casa, zonas abuhardilladas, de modo que se aprovecha toda la altura para conseguir una ventana mucho más amplia. Además son ideales para aislar térmica y acústicamente. Los colores disponibles al igual que el resto de mallorquinas son enormes dentro de la gama.